Hoy hemos querido escribir este post sobre la Autoestima porque nos hemos dado cuenta de que es un aspecto a trabajar pendiente en muchas personas.
Recibimos correos a diario pidiendo información y técnicas para trabajar la autoestima, cómo mejorarla, cómo sentirnos mejor con nosotros mismos y es por eso que creamos nuestro primer taller online «Empieza por ti» y también el que tenemos actualmente en marcha «Encuentra el Amor» en ambos trabajamos la autoestima (entre otras cosas).
Hoy os queremos dar nuestro granito de arena para quienes lo necesitéis, esperamos de verdad que este post os sirva y podáis empezar YA a trabajar en ello.
Os vamos a hablar de 3 puntos que creemos importantes importantes:
1) Los cánones de belleza marcados por la sociedad y cultura en la que vivimos: han hecho y hacen mucho daño.
2) TODOS sin excepción tenemos partes de nosotros mismos que no nos gustan tanto como otras.
3) Pasas 24 horas contigo mismo, pero vamos a centrarnos en un aspecto concreto del día: El cara a cara contigo mismo. Nos miramos al espejo varias veces al día, aunque sea para asearnos. Algunos incluso en más ocasiones. Por lo tanto, ese “cara a cara” contigo mismo, ocupa una parte de tu tiempo diario y depende de cómo lo enfoques, esos minutos frente a ti mismo, te estás potenciando o te estás destruyendo poco a poco. Si cada vez que te miras al espejo pasan por tu mente 10 pensamientos sobre lo que ves ¿Cuántos son positivos? ¿Cuántos son negativos? Si nunca te lo habías planteado, haz el experimento: durante 24 horas sube el volumen a tu conversación interna cuando estés frente al espejo. Detecta qué clase de pensamientos tienes sobre ti ¿qué te dices? ¿cómo te tratas? ¿en qué tono te hablas? Apunta todo en una libreta.
Quizá descubras un tono amoroso y cordial contigo mismo ¡genial! Pero como descubras un tono agresivo y tóxico… hay trabajo para hacer.
“Si habláramos a los demás como nos hablamos a nosotros mismos, probablemente no tendríamos ni un amigo”
Mario Alonso Puig.
Y ahora te vamos a explicar bien estos 4 puntos que te comentábamos.
Para empezar, el tema de los cánones. Ha variado tanto a lo largo de los siglos. Pero de poco nos sirve a las mujeres saber que hace varios siglos, la mujer más sexy era la que tenía más curvas, estamos en este siglo y por desgracia, si vemos un pase de moda, las modelos que se supone que representan el top de la belleza del momento, son (en general, tampoco digo que sean todas así): esqueléticas. Así que para empezar, como tengas unos quilos de más, las caderas anchas o una constitución más bien gruesa: lo sentimos mucho, no entras dentro del canon.
¿Esto quiere decir que no eres pura belleza?
¡NO! Seguro que eres bella, hermosa, preciosa, única y además muy especial tal como eres. Es sólo que no entras en ese canon ¿y qué más te da en realidad? A no ser que quieras dedicarte a modelo de pasarela no vas a necesitar ser así. Debes empezar a relativizar estas cosas, porque como les des más importancia de la que tienen, te hundes a ti misma.
Con el punto número 2 lo que queremos decir es que a veces nos parece que hay gente muy feliz, que se quiere mucho, que no tiene complejos ni “defectos”, gente “perfecta”. ¿Conoces a alguien así? ¿Tienes amigos o amigas así? Suelen dar bastante rabia más que nada porque te encantaría ser así y sobretodo: sentirte así.
Pues vamos a romperte esta imagen tan idílica. Para empezar la perfección no existe. Y si existe, todos somos perfectos y el primero tú. La perfección es relativa, en realidad es un concepto que te empuja a la exigencia máxima, a la autocrítica y por consecuencia, a la frustración absoluta. ¿Qué tal si en vez de querer ser perfecto te propones ser excelente? ¿No te gustaría más?
Ser excelente mola más porque te da margen para equivocarte, para tener defectillos, para tropezar y caer, para hacer el ridículo, para no entrar en ningún canon y en definitiva: para ser un ser humano ¿te apuntas?
Para nosotros, trabajar desde la excelencia en el tema de la autoestima significa:
SER TU MEJOR VERSIÓN.
Potenciar todo lo bueno que tienes, ser excelente y dar todo lo mejor de ti.
Si volvemos a pensar en esos amigos y amigas “perfectas” que comentábamos antes, esas personas que crees que no tienen complejos. Pues debes saber que en realidad los tienen, si, si… Los tienen igual que tú o mucho peor, son humanos también aunque no lo creas. Tienen sus debilidades, sus sombras y sus ratos de baja autoestima, COMO TODOS.
¿La diferencia entre “ellos” y tú?
Muy simple: Enfocar toda su energía en lo que SI les gusta de ellos. Mirarse al espejo, sonreír y recordarse todas las cosas buenas que hay en ellos. Potenciar cada rasgo positivo (físico y personal) y lo que es más importante: DAR A CONOCER al mundo Y MOSTRAR esos rasgos buenos y que tanto les gustan.
¿Cumples con este comportamiento? O eres más bien de pensar en…
– Te parece que esa persona es tan feliz es porque tiene mucha suerte en la vida.
– No entiendes por qué es feliz si en realidad tu eres más guapo o más inteligente (o más lo que tú quieras).
– No entiendes cómo ese chico liga tanto en la discoteca si tú eres mucho más atractivo.
– No entiendes por qué esa chica “tan normalita” tiene a ese pivón de novio y tú estás sola.
– No entiendes por qué le han dado el trabajo a esa persona si tú estás más capacitado y tienes más experiencia.
– No entiendes por qué, siendo tú más inteligente e interesante, en una conversación entre amigos, estás callado y quien lleva la voz cantante es otra persona.
– No entiendes por qué estás solo o por qué tus relaciones han ido mal y no consigues encontrar la pareja que te gustaría.
– Puede ser incluso que culpes de tu mala racha amorosa a la suerte, al destino o al kharma.
¿Alguna de esas frases te suena? ¿Alguna vez en la vida te han pasado por la mente? ¿Quieres saber la respuesta? ¿Quieres saber la diferencia entre ellos, “los perfectos”, los “suertudos”, “los que han nacido con una flor en el culo” y tú?
La ÚNICA diferencia entre ellos y tú (y no te va a gustar NADA esto, prepárate…) NO es la suerte, NO es el destino, NO es el kharma… en realidad el motivo por el que son así es:
SU CONVERSACIÓN INTERNA
Quizá no sabes a qué nos referimos, pues tiene mucho que ver con el puntos número 3. ¿Qué te dices? ¿Cómo te hablas? ¿Cómo te tratas? ¿Eres tu mejor amigo o tu peor enemigo?
Esa gente triunfadora que según tú, tiene mucha suerte o cualquier cosa mágica a la cual tú no puedes acceder… Sácatelo de la cabeza, no es cierto. La suerte la busca cada uno, tú puedes tener mucha suerte también. ES UNA ACTITUD. No es magia, es muy sencillo… Si tú no te amas, si tú no te respetas, si tú ni siquiera te gustas ¿Qué crees que estas mostrando al mundo?
Todo cambia cuando tu conversación interna cambia. Cuando te amas, te respetas y te aceptas profundamente. En ese momento tu cuerpo, tus emociones y tu ser están alineados, en paz y transmites carisma, buena energía, seguridad en ti mismo.
No hablamos de que te vuelvas egocéntrico, creído, vanidoso o narcisista. Todos los extremos son malos. Pero ¿no-gustarte, no-aceptarte, no-quererte y no-respetarte? Es igual de malo o peor.
¿Nuestro consejo? Empieza por ti. Empieza a tratarte bien, empieza a ver todo lo bueno que hay en ti, empieza a ver la belleza sublime que hay en tu persona, empieza a amarte incondicionalmente como nunca lo has hecho. ¿Y sabes que pasará? Que todo cambiará.
Haz la prueba.
Muchas gracias por este artículo. Siento que me será de mucha ayuda. 🙂
Muy cierto, y está bien enfocado el tema de la autoestima. Esa manera de siempre estar comparandonos con otra persona, de no tratarnos con amabilidad. Si internamente nos sentimos una basura, como nos veremos al exterior igual. El tema de salud, yo puedo dar fe vengo de un país ( Venezuela) donde vives en una eterna dieta, que si estás flaca, viviendo sola para estar fisiscamente guapa y ahora que vivo en España, donde nadie te dice oyeeee estás gorda, y criticandote por todo me doy cuenta que era una tortura, me siento super bien con mi peso ni gorda ni flaca. Pero si me he preocupado por alimentar y mucho mi autoestima, crecimiento personal que a la final es lo que nos lleva a diferenciarnos de otros. Como siempre os felicito 😉